jueves, 6 de noviembre de 2014

ÁLVARO VALVERDE LEE EN EL AULA DE LITERATURA "JOSÉ ANTONIO  GABRIEL Y GALÁN" DE PLASENCIA

El día 5 de noviembre participó en nuestro centro el poeta placentino Álvaro Valverde en el Aula de Literatura "José Antonio Gabriel y Galán". Antes de la lectura las alumnas del centro María Peral Cordero y Vanesa Díaz González le hicieron una entrevista. Álvaro fue presentado por los alumnos María Castañares Romero y Luis Alejo Iglesias. Los cuatro alumnos son de segundo curso de Bachillerato de Humanidades.
Álvaro acaba de publicar en octubre su libro Más allá, Tánger. 


Esta es la presentación que hicieron los alumnos sobre Álvaro Valverde:
Hoy nos acompaña el poeta Álvaro Valverde. Para el Aula de Literatura “José Antonio Gabriel y Galán” de Plasencia este momento es muy importante y emotivo. Y lo es por varias razones que intentaremos desgranar en esta breve presentación.

    En primer lugar tenemos que destacar que Álvaro Valverde es placentino y que su ciudad de nacimiento y su entorno (el Valle, La Vera, el Ambroz, las Hurdes), estos lugares que habitamos muchos de nosotros, representan en su vida y en su obra poética un aspecto muy destacado. Como placentino lo podemos ver paseando por sus calles, participando en actos públicos, trabajando como maestro en el colegio Alfonso VIII, viviendo plenamente en esta ciudad que para él se convierte en una realidad poética. Y esto ya es un lujo para todos nosotros: tener a mano un poeta que como veremos ha alcanzado altas cimas literarias.
    Por otro lado recordemos que Álvaro Valverde fue uno de los fundadores de este Aula de Literatura. Hace ya muchos años (por aquí han pasado ya 64 autores, unos 4 por curso) Álvaro Valverde junto al narrador Gonzalo Hidalgo (también placentino de adopción) iniciaron una labor que creemos que hoy con su presencia como autor se consolida y alcanza la mayoría de edad. Álvaro Valverde, desde la Asociación de Escritores de Extremadura, en una labor repartida por diferentes Aulas literarias por toda Extremadura, puso todo su empeño en traer autores de prestigio a los alumnos de Bachillerato de Plasencia. Esto ya es una muestra de su papel como promotor de la cultura y formador de gustos literarios. Facetas que nunca ha abandonado. Tenerlo hoy aquí como autor participante en el Aula se convierte en todo un símbolo que imaginamos que para él resulta muy especial.
    En tercer lugar, y hay que destacarlo con mayúsculas, estamos ante un poeta decisivo en el contexto de la literatura en Extremadura y también en todo el territorio español. Como extremeño su obra ha sido elogiada y valorada en todos los ámbitos, pero lo más importante es que cuando Álvaro Valverde comienza a escribir y publicar, allá por los años ochenta del siglo pasado, se convierte en un agitador de la conciencia literaria extremeña, que por esos momentos era bastante pobre y con escasos referentes regionales. Ya desde ese momento firma un compromiso con la cultura en Extremadura. En este aspecto junto a otros poetas amigos se convierte en promotor de la poesía desde proyectos como la revista bilingüe hispanoportuguesa “Espacio Escrito” o la antología de poetas extremeños Abierto al aire en 1984.
Esta labor nunca ha sido abandonada por Álvaro Valverde. En su momento fue director de la Editora Regional de Extremadura de la Junta de Extremadura, institución que tuvo una función decisiva en la publicación de autores y obras de escritores de Extremadura. Promovió un Plan de Fomento de la Lectura para toda la región. Que incluyó un Pacto por la lectura que llegó a muchos alumnos, padres y lectores en general. Estos empeños no cayeron en el vacío y lograron un relanzamiento de la lectura a todos los niveles. Actualmente publica un blog personal que se ha convertido en otro referente para muchos poetas y estudiosos de la poesía actual.
    Por otro lado estamos ante un autor elogiado desde todas las instancias nacionales. Como poeta ha sido incluido en diversas antologías. Sus poemas han sido traducidos a diversos idiomas. Su obra ha merecido estudios y artículos en prestigiosas revistas. Actualmente colabora como crítico literario en el diario nacional ABC. Ha colaborado en los diarios regionales HOY y El periódico de Extremadura. Y ha recibido premios como el prestigioso premio nacional Loewe en 1991, el premio “Extremeño de HOY” del diario regional HOY o el premio Extremadura a la Creación en el año 2000.
Todos estos motivos nos hacen pensar que estamos ante un poeta con vocación de permanencia, que ya forma parte de la historia de la literatura en Extremadura y nacional, y que pasando el tiempo su obra dejará huella y se valorará como uno de los hitos en el despegue de la literatura regional desde la democracia.

    Aunque sea brevemente queremos señalar algunos aspectos de su obra. Reconocemos a Álvaro Valverde como poeta, pero también ha publicado tres novelas, un libro de viajes y un libro de recopilación de artículos.

     Si hay algo que destaca en su obra es su marcado carácter personal. Poemas que transmiten sus emociones, pero que también se proyectan hacia lo universal. Sus poemas, sus novelas, crean un territorio propio, muchas veces son poemas en los que reconocemos la Plasencia de su vivir cotidiano, los lugares de sus viajes, las experiencias de su vivir más cercano, el mundo de sus lecturas, pero este territorio propio se proyecta hacia lo universal, transformándose en una metáfora de todos los lugares del mundo.

    En su último libro, Más allá, Tánger, que acaba de publicar en octubre, se recuperan todos los referentes de su obra anterior. Refuerza este libro ese territorio personal que va desde el norte al sur, desde Extremadura hacia Cádiz y más allá… Tánger. Y es a la vez un libro de viaje, tema que se repite a lo largo de su obra, y a la vez una narración muy personal. Estamos ante un libro de plena madurez creativa, en el que se hace evidente el pensamiento poético de uno de los maestros de Álvaro, el poeta Antonio Machado, cuando decía “Dale doble luz a tu verso, para ser leído de frente y al sesgo”. Esto es, una doble lectura, una lectura clara, sencilla en la que reconocemos poemas que nos transmiten una emoción por algo concreto y visible: el estrecho de Gibraltar, (que este estrecho sea al final una frontera) el viaje en barco (la ciudad desde el barco / al bajar y tocar puerto), la ciudad de Tánger, (la ciudad desde el barco es una mancha blanca), el viento de levante (más que un viento el levante es un estado de ánimo), sus callejuelas laberínticas (quien quiera definir el laberinto, lo tiene aquí sencillo. Le basta pasear por las callejas), las azoteas (jugamos bajo el sol en la azotea), los jardines (es esta una ciudad de jardines cerrados), el mercado (en el mercado el alborozo de los tenderos), las casas, cines y cafés (un portal, un balcón, el letrero de un bar), pero a la vez es una poesía que llega a sentimientos profundos y universales como la existencia, la nostalgia, el tiempo, la muerte (cualquier calle da al mar…da al morir)...
    Libro de contrastes, en un ir y venir (ves la ciudad volver) entre la luz y la oscuridad (entre la oscuridad que enturbia tu pasado y la luz que ilumina este presente), la tierra y el mar (sus cimientos se hunden en el mar), el pasado y el presente (piezas sueltas de un puzle que tendrás que ordenar), el recuerdo (no ha dejado de ser mi paraíso) y el olvido (de su olvido renacen las cenizas), el amor y el odio (amas esta ciudad. Odias su aura), el aquí y el allá (mi padre prepara las maletas, mi madre las guarda en su lugar), la huida (huir a lugares donde nunca se escapa) y la vuelta (la ves volver como a la propia vida)...
Un libro con dos historias que se entrecruzan, con dos ciudades y un solo territorio (la historia empieza en un pueblo de la Vera / solo hay un modo de llegar a Tánger / salir de Tánger no es posible).

    Para acabar leeremos el último poema de Más allá, Tánger en el que convergen esas dos historias y podréis reconocer una ciudad muy vuestra:

Te aguarda una ciudad / distinta a esta. Interior, / cerrada al mundo / por viejas murallas / que la cercan. / Como ésta, es antigua / y también laberíntica. / Aunque en tonos terrosos, / muy luminosa y blanca. / Con calles en pendiente / que nunca dan al mar, / pero sí a un río / de aguas que no observan otra urgencia / que la de transcurrir. / Te espera otra ciudad / pero es en vano: / estás seguro / de que salir de Tánger / no es posible.

Gracias y os dejamos con Álvaro.

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